Más de 40 años de viñetas y mucho más
Hace más de 40 años que las viñetas y caricaturas de ‘Peridis’ arrancan una sonrisa -o una reflexión- a los lectores del diario ‘El País’. Una labor humorística y satírica que lleva ejerciendo desde la fundación del periódico, en 1976.
Sin embargo, pocos saben que José María Pérez, alias ‘Peridis’, es casi un hombre del Renacimiento. Polifacético “por vocación y curiosidad”, ha compaginado su trabajo como ilustrador con la profesión de arquitecto, novelista y presentador de televisión. También ha llevado a cabo una intensa labor social y educativa en el ámbito del arte y la restauración del patrimonio. Pero si algo destaca de ‘Peridis’, es su sonrisa entrañable y su espíritu incansable. A sus 79 años es dueño del entusiasmo contagioso de un niño, un locuaz amante de la vida y un firme defensor del conocimiento.
José María Pérez, ‘Peridis’, es arquitecto, dibujante, divulgador del patrimonio cultural y escritor. Es colaborador en el programa ‘Aquí la Tierra’ de TVE y en ‘A vivir que son dos días’, de la Cadena Ser. También dirigió y presentó para TVE la serie documental ‘Las claves del Románico’. Es doctor honoris causa por la Universidad de Valladolid y recibió el Premio Nacional de Restauración y Conservación de Bienes Culturales en 2018. Es autor de diversos libros sobre humor, sátira política y divulgación de arte, como ‘La luz y el misterio de las catedrales’ (2012) y ‘Hasta una ruina puede ser una esperanza’ (2017). En 2014 obtuvo el Premio de Novela Histórica Alfonso X el Sabio por ‘Esperando al rey’. Su última novela, ‘El corazón con que vivo’, recibió el Premio Primavera de Novela en 2020.
José María Pérez 'Peridis'. Soy José María Pérez González. Me llaman Peridis, que es mi seudónimo como caricaturista en el diario El País. Soy arquitecto. Últimamente soy escritor. Y he sido emprendedor social.
Álvaro Moreno Marquina. Bueno, me llamo Álvaro Moreno Marquina, soy arquitecto, profesor de la Escuela de Arquitectura de Madrid y un entusiasta y un incondicional tuyo.
José María Pérez 'Peridis'. Bueno, ya tienes mucho ganado.
Álvaro Moreno Marquina. Bueno, ahora que estábamos, por ejemplo, con el centenario de Delibes, la gente mira mucho las personalidades polifacéticas. Yo creo que tú eres un ejemplo paradigmático. Tu esencia es poliédrica. Tienes una personalidad poliédrica que además uno va descubriendo, al menos yo, con el tiempo desde que eres un adolescente y te vas formando tu capacidad crítica con tus viñetas, a luego en la escuela de arquitectura, viendo tus obras. Luego en la televisión, ahora con los libros. ¿Cuál es la esencia común de todas esas caras?
José María Pérez 'Peridis'. La curiosidad. Mira, de niño, cuando tenía doce o trece años, estaba trabajando en la cantera del calero que tenía mi padre y yo me decía: “Todos valemos para algo, pero hay que saber para qué se vale. Entonces, ¿yo para qué valdré?”. Me gustaba mucho hacer caricaturas, verlas en el Marca, que había un caricaturista que hacía como unos alambres, se llamaba Cronos. Y bueno, yo empecé a hacer caricaturas ya en aquella época. Sabía que no iba a vivir de eso. Al lado de casa había un monasterio. Tenía el encanto de las ruinas y de la arquitectura sólida de piedra. Bueno, pues por ahí entraría un poco la afición…La cal, qué te voy a decir de la cal de los romanos. Y ya tenía ingredientes y me gustaba mucho la lectura y me gustaban las aventuras contadas en los tebeos o en pequeñas novelas. Bueno, pues de la curiosidad sale todo, que vivimos solo una vez y la única manera de vivir varias veces es vivir varias vidas en una. Pero que sean compatibles.
"De la curiosidad sale todo, vivimos solo una vez y la única manera de vivir varias veces, es vivir varias vidas en una"
Álvaro Moreno Marquina. Dices que cualquier profesión u oficio es una ventana, o sea, es un hueco a través del cual mirar el mundo.
"Yo tengo un principio que es “somos lo que hacemos y tenemos lo que damos”
José María Pérez 'Peridis'. Sí, es una vía al conocimiento.
José María Pérez 'Peridis'. Sí, yo tengo un principio que es “somos lo que hacemos y tenemos lo que damos”. A mí me llamaban “calero” porque mi padre hacía cal, el que hacía gaseosas le llamábamos el “sinfonero”. Al otro le llamábamos el “pellejero”, en el pueblo llamábamos a los amigos, antes de tener un apodo, el apodo era el oficio del padre.
Álvaro Moreno Marquina. Quizá un poco frente al “somos lo que sabemos o lo que decimos, o lo que…”
José María Pérez 'Peridis'. No, yo creo que es más lo que hacemos. Pero hacemos en todos los órdenes, también en el orden de los afectos, de la solidaridad, etcétera. Es decir, no es solamente el hacer objetos o el transformar la materia. También transformamos el espíritu.
Álvaro Moreno Marquina. Vamos al Peridis dibujante, al cronista gráfico, que empezaste a hacer viñetas en El País desde su primera… Desde el principio. ¿Qué importancia tiene el humor, la ironía, la sátira para entender e interpretar el mundo?
José María Pérez 'Peridis'. Yo creo que es una clave, porque la vida es una tragedia y si no te lo tomas con humor, pues estás amargado toda la vida. A mí me gustaba hacer caricaturas porque era transformar a las personas, pero yo sabía que hago una caricatura y se me acaba el personaje, y a mí me interesaba… Porque me gustaba mucho Schulz, el que hacía Snoopy, era mi personaje y también Mafalda en Quino y Guille. Y yo decía: “Tengo que conseguir, para salir en El País, convertir a los personajes de la política en personajes de historieta, con lo cual ya tengo para todos los días”. Al principio pensaba que en el momento que me desquitara una vez que los conseguí, o que perdieran unas elecciones, estaba perdido. Imagínate que a Schulz o a Quino les quitas Snoopy, les fastidias la historieta. Pero bueno, había otros que sustituían y te obliga a renovarte. Y fue una intuición que tuve, fue una intuición que mi periódico iba a ser El País. Vi una noticia en el Informaciones: “Va a salir un periódico liberal progresista dentro de un año, dos o tres”. Digo: “pues ese va a ser mi periódico”, y me estuve preparando, haciendo caricaturas de todos los personajes de la política mundial para el día que saliera El País y me llamara. Aposté por eso y, bueno, ya era arquitecto, ya ejercía durante… Pues fíjate El País sale en el setenta y seis, y yo empecé el ejercicio profesional en el sesenta y nueve, o sea, que ya tenía una cierta edad.
Álvaro Moreno Marquina. Porque tu dibujo, que a mí me parece inigualable, es muy esencial, con una línea precisa, certera. Además, ahora metes incluso el toque de color. ¿Cómo se ha ido desarrollando esa forma de dibujo? Desde lo que creo que fue el principio en, como llamas tú, el periódico mural…
Álvaro Moreno Marquina. El periódico mural encuadernable, que surgió de un profesor tuyo.
José María Pérez 'Peridis'. Sí, el hermano Francisco, se llamaba ‘El berrido del aula’. Allí ya hacía caricaturas de los profesores y de compañeros y demás, pero yo tenía en el fondo de mí la enseñanza de Cronos del dibujo de línea. En realidad, era un modernista y a mí me encanta la línea sinuosa y continua, el enlazar, el contarlo todo, la línea es muy espiritual y en la línea va todo. En un trazo, tienes que meter a un personaje, incluso una situación política, una situación económica. Entonces yo procuro que el dibujo sea lo más expresivo posible y que cuente e insinúe, y además profetice, avance. Y bueno, es entretenido y te obliga a hacer un ejercicio de composición, sobre todo cuando tienes más espacio, pero siempre ha sido muy sintético.
Álvaro Moreno Marquina. Ahora mismo, hoy en día, ¿qué importancia le das a la cultura?
José María Pérez 'Peridis'. La cultura lo es todo. El hombre es cultura. La diferencia con los animales es que la evolución del ser humano ha sido milagrosa. De los primeros homínidos a nosotros seguimos con el mismo animal dentro, pero la cultura nos ayuda a camuflar.
"Me gustaba mucho Schulz, el que hacía Snoopy, y también Mafalda de Quino. Y yo decía: “Para salir en El País tengo que convertir a los personajes de la política en personajes de historieta"
Álvaro Moreno Marquina. ¿Y quiénes han sido tus maestros, así que recuerdes en tu vida?
José María Pérez 'Peridis'. Bueno, fundamentalmente han sido maestros de la caricatura. Había un sastre en mi pueblo que tenía una librería con libros de arte y entre ellos había desnudos y a eso lo llamábamos los chavales “el museo”. Nos dejaban entrar. Pero aparte tenía en la pared una caricatura que le había hecho Cronos, que era el caricaturista del diario ABC. Y yo miraba al sastre, miraba la caricatura y digo: “¡Pero si es él, pero no es él!” Y con dos rasgos lo ha hecho. Y entonces me fascinó la caricatura. Y bueno, pues vi que se me daba bien el dibujo y pensé que algún día yo sería caricaturista.
Álvaro Moreno Marquina. Y cuando algún joven se te acerca y te pregunta y te pide consejos, ¿qué le sueles decir?
José María Pérez 'Peridis'. Que haga bellas artes, que dibuje mucho, que no se llega de la noche a la mañana y que es muy importante el coger maestría, oficio. Es decir, la mano, como dice Miguel Ángel, la mano que obedece al intelecto. Pero en el caso de la caricatura, tiene una cosa muy, diría yo, mágica, que es que captas con un golpe de vista el alma y el carácter de la persona y no necesitas reflexionarlo. Tienes que dejar a la mano que vaya sola. Es el instinto el que te lleva. Si reflexionas demasiado, no te sale tan bien. Te maravilla cuando haces una caricatura y dices: “Le he pillado. ¿Y cómo le he pillado si no lo he pensado?”. Es un proceso que es más profundo que el pensamiento, es anterior.
Álvaro Moreno Marquina. Y que tiene que tener ese bagaje del oficio.
José María Pérez 'Peridis'. Tienes que tener una mano educada.
Álvaro Moreno Marquina. Como arquitecto creo que tienes una visión de la arquitectura muy apegada a la vida. Por ejemplo, cuando dices cosas como que la arquitectura es un manto mágico que nos envuelve y que nos trae y nos lleva, como el mar. O cuando hablas de una cosa muy bonita que dices de los arquitectos que tienen la fortuna de vivir en espacios que han contribuido a hacer.
José María Pérez 'Peridis'. O la desgracia de vivir allí. Algunos no vivimos en espacios que hemos hecho y en casas que hemos hecho, sino, como decía alguien criticando a la profesión, los arquitectos hacen casas que no se puede vivir en ellas y se van a vivir a los buenos pisos burgueses del centro de las ciudades.
Álvaro Moreno Marquina. A unas casas fantásticas.
José María Pérez 'Peridis'. Bueno, a unas casas de esas de ciento y pico, doscientos metros, doscientos y pico. Ayuda mucho, sobre todo cuando hay confinamiento.
Álvaro Moreno Marquina. Y también la arquitectura, dices que, siendo arquitecto, reencontraste tu infancia y la reconstruiste. Esa infancia de piedra y cal.
José María Pérez 'Peridis'. Claro, eso es lo bonito, pero no solamente como arquitecto, sino como promotor social. O sea, mi infancia transcurre en un ámbito medieval. Los pueblos son pequeñitos, la gente era fundamentalmente agrícola, el paisaje era un paisaje que tenía su iglesia románica, su pueblecito, otro pueblo, los cercados la arquitectura tradicional. Y me refiero, sobre todo, que recuperar el románico era recuperar en cierto modo la vida que tuvieron, el arte que nos dejaron, las creencias que tenían, las tradiciones.
Entonces, volver a la infancia para restaurarla es que Proust va en busca del tiempo perdido, pero ese tiempo ya ha pasado. Yo he tenido la suerte de ir al tiempo recobrado, es decir, de ir a la infancia pasada y perdida, pero recuperarla trabajando en ella y restaurándola.
Álvaro Moreno Marquina. Y de recuperación de la tradición, ¿cómo ves ahora la arquitectura que nos lanzan los medios, tanto especializados como no especializados?
José María Pérez 'Peridis'. Bueno, yo creo que, y tú estás de profesor en la escuela, enseñáis fundamentalmente los paradigmas. En mis tiempos pasaba igual, había unos arquitectos icono, entonces estaba Le Corbusier, Frank Gehry, etcétera.
Y uno quiere ser como esos, imitando las formas, que no tienen nada que ver con tu cultura, con tu tradición y con lo que sabe hacer el albañil. Creo que los arquitectos que hacen iconos para la sociedad es un mundo aparte, pero a la gente lo que le va a salir en la vida, es como al sastre, cuando había sastres, que te hace la ropa a la medida y que te esté bien. Yo tengo la sensación de que hay muchos arquitectos que son arquitectos de pasarela, porque cuando yo veo los desfiles, alguna vez que he visto algo en un documental, digo: “Esa señorita no puede salir con esa ropa a la calle”. La señora no se puede poner la ropa que lleva esa modelo. Se dirigen a otro mundo, a marcar tendencias, pero a ti te tiene que sentar bien la ropa. Yo creo que en arquitectura tenemos unos problemas importantes. Fundamentalmente, que ese sitio sea un sitio vividero, que esté todo pensado para que no te cortes con la escalera, que las cosas funcionen, que no tengas goteras, que haya una buena temperatura. Que sea un piso saludable, que permita una vida saludable o un edificio del tipo que sea. Si tú piensas en la forma, en un teatro, en la forma exterior, probablemente te olvidas de la acústica. Entonces hay que tener en cuenta lo que tienes que hacer. Es muy difícil hacer bien cualquier edificio. Si piensas en resolver los problemas que tienen, realmente la construcción y la arquitectura, el primero es que no se caiga, pero el segundo o el tercero, que eso se pueda limpiar, que se pueda climatizar, que no haya goteras, que no haya ruidos, etcétera. Entonces, si estás pensando en la foto de la revista, no piensas en los problemas reales, te distraes de lo principal.
Álvaro Moreno Marquina. Eres Premio Nacional de Restauración y Conservación del Patrimonio. ¿Qué es para ti el patrimonio? Sobre todo, en esta labor de conservarlo y de divulgarlo.
José María Pérez 'Peridis'. Pues el patrimonio es lo que somos, lo que hemos heredado, es nuestra memoria. Con una característica, que es que lo vivimos. Lo más claro para mí en Patrimonio es la ciudad, que evoluciona, pero es el sitio donde vives, el patrimonio histórico, monumental, etcétera, pues ya es un poco la quintaesencia de lo que hemos heredado. Es lo que sobrenada a través de las generaciones. Y es una gran enseñanza en cuanto a formas, pero sobre todo en cuanto a contenido. Es la expresión de las sociedades que nos han precedido. Es de donde venimos, en concreto, para mí, el románico es cuando éramos niños en nuestra evolución. Por lo tanto, es algo… Nadie rompe las fotos suyas de la infancia o la de los antepasados, las guardas. Igual que guardamos las fotografías, tenemos que guardar nuestro patrimonio, usándolo.
Álvaro Moreno Marquina. Tú lo hiciste, además, enlazándolo con la educación a través de las escuelas taller y de las escuelas de oficios en Aguilar de Campoo. Me parece un proyecto que además ha ido contigo, te ha acompañado toda tu vida.
José María Pérez 'Peridis'. Sí. Allí jugaba de niño en aquella ruina, el mejor juguete que puede tener un niño. Además, prohibido el paso, fíjate tú. Prohibido el paso. Monumento Nacional. Y luego, pues ya promoví una asociación cultural para recuperarlo y tenía en la cabeza que fuera un centro educativo, que era el mejor instituto de bachillerato que podía tener aquel pueblo. Y bueno, pues lo desescombramos con voluntarios y lo acabamos con escuelas taller, que fue una iniciativa que consistía en recuperar jóvenes, recuperar oficios y recuperar patrimonio. Bajo un principio, “aprender haciendo y hacer aprendiendo”. Había mucho paro juvenil. Entrábamos en Europa, iban a venir los fondos europeos. Entonces yo me dije: “Bueno, ¿por qué no cogemos a los chavales que están por la calle, los llevamos al monasterio y recuperamos el monasterio con ellos también?”. Había una empresita que tenía un encargado, un jefe de obra extraordinario, Francisco Canales, maestro de oficios, que era maestro nacional también. Y él enseñó a agricultores, trabajando, a convertirse en canteros, en herreros, en albañiles, en escayolistas porque les enseñaba el oficio. Donde hay un maestro, hay una escuela. Y dijimos: “¿Qué mejor escuela que una ruina?”. Porque estás empapándote de historia y aprendiendo los oficios históricos. Y, además, el orden, la disciplina, el trabajo en equipo y la visión de la totalidad de la obra. No tiene uno la suerte de tener un trabajo de ese tipo, cobrando un sueldo, con seguridad social y además con derecho al desempleo. O sea que era una escuela taller y bueno, pues esa era una fórmula que se extendió.
“El patrimonio es lo que somos, lo que hemos heredado, es nuestra memoria. El patrimonio histórico y monumental es la quintaesencia de lo que hemos heredado”
Álvaro Moreno Marquina. Y volvemos al somos lo que hacemos.
José María Pérez 'Peridis'. Efectivamente, y además estaban orgullosos de recuperar su monumento. Fíjate, el sentimiento de pertenencia que da. De estar en la calle sin nada que hacer, donde la sociedad no cuenta contigo a que te dice: “No, no, vas a venir y te vamos a poner en tus manos el monumento más importante, la joya de la comarca, y lo vas a restaurar y vas a hacer piedras para la eternidad”. No es lo mismo “estoy haciendo un sillar”, que “estoy haciendo una catedral”. Estoy labrando un… No, no, estoy dándole vida a un monasterio que ya tiene ochocientos o novecientos o mil años y mi memoria, mi trabajo, va a estar ahí, y cuando yo sea mayor les voy a decir a mis hijos, “esa ventana la restauré yo, la reconstruí yo”.
Mira, cuando tienes niños y los ves que cogen el chupete y tienen seis, siete, ocho meses y tiran el chupete, y vas por la calle y tiran el chupete y lo tiran otra vez, te cabreas y dices: “¡Chaval, si es que lo tengo que limpiar todas las veces!”. Y está experimentando como Newton, está experimentando la ley de la gravedad. Nadie le ha explicado lo de Newton ni la manzana, pero él quiere saber si las cosas, cuando las sueltas o haces así, se caen, y si se caen siempre, está experimentando.
"¿Qué mejor escuela que una ruina? Estás empapándote de historia y aprendiendo los oficios históricos. Así creamos las Escuelas Taller"
Entonces, ¿cómo es la enseñanza? ¿Por qué surgen las escuelas taller? Porque no es fácil aprender un oficio si no se practica. La práctica es fundamental para aprenderlo, luego está la teoría. La evolución del ser humano empieza, dicen, ¿eh?, yo en esto… En el ‘Homo habilis’, es el mono que coge una rama para alcanzar un fruto, pero luego es el ‘Homo faber’ es capaz de coger una especie de horquilla para tirar de la rama y tirar las ciruelas o lo que sea. Ha dado un paso extraordinario.
Sabe que con esas manos inteligentes puede modificar los objetos y hacerlos más útiles. Y finalmente, es el ‘Homo sapiens’ que dice: “Aquí está la ley de la gravedad y cae aceleradamente”. Entonces en la escuela, empezamos a enseñar con el ‘Sapiens’. Empezamos con sumar, con… Y yo me digo: “¿Y por qué no les damos una oportunidad mayor para que jueguen, para que investiguen, para que aprendan, para que hagan cosas con las manos?”. Porque hay que hacer cosas inteligentes con las manos inteligentes. Porque otra cosa que hacen los niños es destrozar los juguetes, que es una faena. Tú le das un juguete a un niño y lo que interesa… Nada, le das cuerda y tira. Pero ¿por qué anda porque yo haga así? Y abre y destripa los juguetes. Teníamos que dejar a los chavales en las escuelas que destriparan televisores, ordenadores, bicicletas y tal, porque es que somos muy inútiles con las manos y se aprende con las manos. Se aprende con las manos. Hay que darle una vuelta. Yo sería partidario de una escuela que fuera una escuela taller. Que el propio colegio lo cuidaran, lo mantuvieran los alumnos, los participantes, los chicos y las chicas, igual que hacía en la escuela taller. ¿Por qué no son capaces con un profesor adecuado de hacer las cosas ellos mismos y responsabilizarse de que el colegio esté limpio? No se tirarían papeles, no se mancharía si lo tienes que limpiar. Y luego lo mejor, yo me acuerdo en el colegio con el hermano Francisco, a mí me gustaba mucho, me llamaban Di Stéfano porque radiaba en diferido los partidos del Real Madrid a los compañeros del colegio. Y para poderlo hacer, me hice una radio de galena.
Bueno, pero era algo tan sencillo como coger un condensador, una bujía y con dos alambres, unos auriculares, yo tenía una radio, pero tú dile a un chaval que se haga una radio, pues se lo pasaría fenomenal haciéndose la radio. Ya una tele no te digo, eso ya tiene otra cosa.
Álvaro Moreno Marquina. Pero bueno, empezaría, por lo menos, abriendo y destripando esa radio.
José María Pérez 'Peridis'. Sí, pero el paso siguiente es ir a la física. ¿Cómo funciona esto? ¿Cómo funciona la electricidad? ¿Cómo funcionan las ondas? ¿Cómo vienen? Porque todo es mágico. Nosotros metemos un enchufe y tenemos una aspiradora, un túrmix que da vueltas. ¿Pero cómo funciona eso? Es decir, no cómo funciona, sino cómo ha sido el proceso de invención para llegar hasta donde estamos.
"Tendíamos que dejar a los chavales en las escuelas que destriparan televisores, ordenadores, bicicletas... porque somos muy inútiles con las manos y se aprende también con las manos"
Álvaro Moreno Marquina. Bueno, de hecho, dices tú de tu trabajo, que también me encanta, frente a lo que hablábamos antes de la arquitectura espectáculo que vivimos, que tú tienes varias obras en las que tienes edificios que te agradecerán tu trabajo eternamente.
José María Pérez 'Peridis'. Bueno, eternamente… Siempre que te hacen una entrevista tienes que exagerar un poco, pero estás contento de que tu trabajo haya insuflado nueva vida a unos edificios que estaban llamados a desaparecer. Y entonces dices: “Bueno, pues he vivido y algo de mí está en las rendijas, entre las piedras, la argamasa que hay entre las piedras me recordará”.
Álvaro Moreno Marquina. Que además enlaza con tu pasión por la Edad Media. ¿Por qué tienes esa pasión por la Edad Media? Que ahora que oí también que decías que dejabas para cuando fueras mayor el escribir. Ahora te has puesto a escribir sobre la Edad Media con un rigor apabullante.
José María Pérez 'Peridis'. Bueno, te documentas, te gusta y no tiene tanta dificultad. Lo difícil es escribir y más armar una novela. Pero me ha ayudado la arquitectura en el sentido de que la arquitectura tienes que armar proyectos. Entonces aquí tienes que armar vidas y devolver vida en esa ficción para que a los lectores los traslades a la Edad Media. Pues porque es el ámbito de mi infancia, lo tengo, lo he mamado, lo he vivido de niño y lo he jugado. Entonces para mí el patrimonio ha sido el juguete, como te decía antes, de niño, fíjate, te dan un castillo para jugar. Los niños tienen castillitos, no, no, es que tienes uno entero para esconderte, perderte y, además, para jugarte la vida. Porque la verdad es que cuando hacíamos de cicerones, pues estaban los muros y las bóvedas de aquella manera.
Álvaro Moreno Marquina. Con estas profesiones o actividades, sobre todo si son creativas, que decías que nos abren huecos, que tú miras por muchos huecos, ¿qué ves desde todos esos huecos que has abierto?
José María Pérez 'Peridis'. Veo la vida en sus muchas facetas y veo a los seres humanos que son todos distintos y que cada uno es un mundo y que cada uno es irrepetible y que todos somos sagrados. Es decir, no hay nada más sagrado que una persona o que una flor. La vida es un misterio y es un milagro y es un invento. Para llegar donde estamos, cuando piensas en los órganos del cuerpo, dices: “Pero ¿cómo? ¿Quién ha inventado el ojo? ¿Cómo ha podido, a través de la evolución? ¿Dónde está esa inteligencia que flota, que hace que la retina, que el cristalino, que el iris, que el lagrimal, o sea, la complejidad enorme de la vida?”. Y cuanto más profundizan los investigadores, ves que ese mundo es más sabio y más complejo. A mí me parece increíble. Lo que pasa que, claro, ves la vida desde una faceta, la ves en plano. Primero ves el punto, luego ves la línea, luego ves el plano y luego ves el espacio. Entonces, en el fondo, con la vida, va extendiendo a conseguir una visión poliédrica.
“A un maestro de la caligrafía chino le preguntaron: “Maestro, ¿qué le gustaría hacer?” Y dijo: “A mí me gustaría encontrar una tilde en la que estuviera encerrado todo el universo”. Yo en la caricatura trato de buscar la esencia de la persona”
Álvaro Moreno Marquina. Por terminar ya y poniéndonos a lo mejor un poco trascendentes, tú, que eres tan esencial en tu dibujo, ¿cómo te gustaría que fuera esa viñeta que te contase en el futuro?
José María Pérez 'Peridis'. Pues lo dijo un chino, no refiriéndose a mí, por supuesto. A un maestro de la caligrafía chino le preguntaron: “Maestro, ¿qué le gustaría hacer?” Y dijo: “A mí me gustaría encontrar una tilde en la que estuviera encerrado todo el universo”.
En el fondo vamos haciendo balbuceos, aproximaciones, para captar la esencia de la persona. Yo, la caricatura, pues trato de buscar la esencia de la persona. Y en la arquitectura, pues bueno, pues probablemente edificios que tuvieran una cierta hermosura y que se estuviera a gusto. Mira, lo mejor que me ha ocurrido en arquitectura, en algunas rehabilitaciones, era conseguir espacios de paz. O sea, un sitio acogedor.
Que la luz, color, sin grandes pretensiones, que tuviera armonía. En el fondo, también, lo que estamos buscando todos de una manera o de otra, es la felicidad a través de la armonía. ¿Cuándo eres más feliz? Cuando estás en armonía contigo, con tus familiares, en tu sociedad, en la vida, o sea, bueno, entiendes que la vida es así y dices: “Está bien, está bien. Es un buen invento esto de la vida. Una pena que se termine, pero es la única manera de que vengan otros”. La vida es un cine de sesión continua. La única manera de que vea otro la película es que te vayas tú y dejes el asiento. Lo precioso es cuando dejas el asiento a tus seres queridos y les dejas tu sitio.
Álvaro Moreno Marquina. Y dejas el asiento limpio, calentito y con buenas vistas.
José María Pérez 'Peridis'. Y si es posible, con la calefacción encendida, el recibo de la luz pagado y que no haya hipoteca.
Álvaro Moreno Marquina. Bueno, pues muchísimas gracias. Ha sido un placer y una suerte haber compartido este rato contigo.
José María Pérez 'Peridis'. Muchas gracias a vosotros.
#J-18808-Ljbffr